PASTEL VASCO, UN POSTRE TRADICIONAL DEL SIGLO XVII

El 3 de febrero celebramos la feria de San Blas, una feria de artesanía y ganadería. La tradicional feria de San Blas rinde tributo al famoso santo protector de los males de garganta.  La feria se compone de puestos de gastronomía típica vasca, donde podemos encontrar pan casero, el típico pastel vasco, el famoso talo de chorizo que no es más que un chorizo envuelto en una torta de maíz, y las deliciosas rosquillas de anís. Además, hay exhibición de ganado, vehículos agrícolas, todo tipos de plantas y árboles, es decir, que el día de hoy prácticamente lo pasamos en la calle, sobre todo gracias al tiempo soleado que nos ha acompañado. 

Así que el postre de hoy ha sido pastel vasco, una tarta con base crujiente de almendras, rellena de crema pastelera y cubierta con la misma base de almendras. No es difícil de hacer, pero lleva su tiempo. 

200 gr. de mantequilla

300 gr. harina

100 gr. azúcar

60 gr. harina de almendras

2 huevos

1. En un bol o robot de cocina echamos las dos harinas y el azúcar, añadimos la mantequilla bien fría, amasamos con el robot de cocina con el gancho amasar, la masa se volverá arenosa.

2. Batimos los huevos ligeramente, y los añadimos a la masa, seguimos amasando hasta que se hayan incorporado por completo, la masa se volverá homogénea pero algo pegajosa.

3. Echamos la masa sobre la encima, espolvoreada un poco con harina, formamos un bola, envolvemos en film transparente y refrigeramos durante una hora.

Mientras tanto preparamos la crema pastelera.

600  ml. Leche de arroz

40 gr. azúcar

60 gr. maicena

1 cucharada de aroma de vainilla

2 huevos.                       

1. Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la Thermomix, programamos 7 min/90ºC/vel 4. Reservamos hasta que esté frio.

Podéis hacer este paso de manera tradicional en una cazuela, sin dejar de remover y a fuego lento.

Ahora toca preparar el pastel, ponemos papel de hornear en la base del molde, cubrimos con la mitad de la masa de almendras, cubrimos base y paredes. Echamos la crema pastelera como relleno, y con el resto de la masa de almendras cubrimos el pastel, no hace falta que os quede perfecto, ya que es un pastel rústico, podéis utilizar un cuchillo para dibujar rayas o cuadrados en la masa. Finalmente, horneamos a 180ºC durante 40 minutos.