Os traigo una idea deliciosa para una cena rápida, con un poco de todo, verduras, champiñones, jamón cocido, mezcla de semillas, cacahuetes, pistachos y queso ricota, por último un chorrito de miel. Una quiche completa y nutritiva.
La quiche, es una tarta salada que admite múltiples variedades, ningún ingredientes es imprescindible, excepto la masa, claro está. El relleno puede variar dependiendo del gusto de cada uno, se pueden incorporar tantas verduras como queráis, y las que más os gusten. Además, podéis añadirle tanto carne como pescado; pollo o salmón son los que a mi más me gustan. El tipo de queso que me gusta añadirle suele ser el parmesano o mozzarella. Al relleno se le añade nata o leche evaporada junto a los huevos, en la receta de hoy, he eliminado los huevos, para hacerlo más ligero.
INGREDIENTES
Pasta brisa
1 pimiento verde
1 puerro
1 puerro
1 pimiento rojo
Calabaza
Calabaza
1/2 cebolla
4 champiñones
40 ml. aceite OVE
2 lonchas de jamón york
1 cucharadita de cilantro en polvo
1/2 cucharadita de Pimienta negra
Perejil
Queso mozzarella
Sal
200 ml leche desnatada
100 ml leche evaporada
1 cucharada de miel
Mezcla de semillas
Cacahuetes
Pistachos
1. Extendemos la masa y cubrimos el molde con ella, reservamos.
2. Hacemos un sofrito con las verduras: puerro, pimientos, cebolla, champiñones y el aceite de oliva, cuando el sofrito esté listo, añadimos el cilantro, la pimienta, sal, jamón york y las semillas, sofreímos un minuto más, reservamos.
3. Mezclamos la leche evaporada con la leche desnatada y el queso mozzarella, añadimos el sofrito, mezclamos con una espátula, y rellenamos la tarta, espolvoreamos perejil picado por encima
3. Horneamos 15 minutos a 200º, abrimos el horno y echamos por encima queso ricota, añadimos sobre la tarta los cacahuetes y pistachos, bañamos con un poco de miel por encima del queso, y seguimos horneando 20 minutos más.
Lo mejor de este tipo de tartas saladas, es que pueden servirse tanto calientes como frías, a mi me encanta llevar un trozo como tentempié cuando voy a trabajar, es una forma de sustituir los bocadillos o sándwich por un quiche con ingredientes suficientes para calmar el estómago y seguir trabajando.
Nunca antes le había añadido frutos secos a la quiche, y tampoco miel, y la verdad, el riesgo ha merecido la pena, el resultado es espectacular, los frutos secos añaden un sabor extra más potente a las verduras, y la miel, aporta ese toque dulce que combina muy bien con las especias y el queso.
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