Nuevo post, nueva colaboración. No hace falta deciros que un blog, lleva detrás muchas horas de trabajo, no sólo horas de ordenador, sino también horas de cocina, y horas de fotografía, para lograr con todo ello, captar el interés de los seguidores y lectores de blogs. Por todo ello, cuando me sugieren colaborar con mi blog, de alguna manera, si la propuesta me parece interesante, acepto. Me propusieron colaborar en mi blog con alguna receta, y me pareció una idea genial. Así que, os presento la primera receta, Os aseguro, que no os podreís resistir a comer chocolate presentado en un rico coulant.
Hoy traemos una
receta deliciosa procedente de Francia, el famoso coulant de chocolate. Se
trata de un postre cuya principal característica es que al abrirlo, el
chocolate del centro está derretido, creando una combinación de texturas
únicas, por ello también recibe otros curiosos nombres como muerte por chocolate, bomba de chocolate caliente o volcán de chocolate.
150 grs. de
chocolate negro para postres
50 grs. de
mantequilla
80 grs. de azúcar
3 huevos
1 cucharada de
harina
Para la decoración
necesitaremos:
Nata (puedes
montarla tu mismo o utilizar un bote de nata montada)
Azúcar glas
Hojas de menta
En primer lugar
dejamos precalentando el horno a 200º. Ponemos al baño María 100 gramos de chocolate
y la mantequilla y lo fundimos bien hasta que quede perfectamente fundido.
Dejamos reservar el
chocolate y montamos los huevos con el azúcar. Deberán triplicar su volumen.
Ten en cuenta que para que monten bien, los huevos deberán estar a temperatura
ambiente. Entonces agregaremos poco a poco la harina tamizada para que no
bajen. A esto añadiremos el chocolate fundido y lo mezclaremos bien hasta
conseguir una mezcla homogénea.
Untamos moldes
individuales para cuatro personas con un poco de mantequilla, especialmente en
los bordes, y espolvoreamos un poco de harina para que el coulant no se quede
pegado. Vertemos la mezcla en los moldes, sin que superen un tercio del tamaño
del molde. Colocamos una pieza del chocolate sobrante en medio, y lo cubrimos
con el resto de la mezcla.
Ahora viene la
parte importante, el horneado. Existen muchos
tipos de hornos, y cada uno es un mundo. En general, para que el coulant
quede perfecto, la temperatura del horno debe estar a 200º, por ello es
importante precalentarlo antes para que la temperatura sea la idónea cuando
metamos los moldes en el interior. El tiempo de horneado será de 10 o 12
minutos. Es una receta muy rápida de hacer y perfecta para conseguir un postre
espectacular en poco tiempo.
Una vez estén
listos, desmoldaremos los coulant y los pondremos en platos, espolvoreando un
poco de azúcar glas por encima, y colocando una cucharada de nata en un lado
con unas hojas de menta para darle un toque verde. Hay quien le gusta abrir el
coulant para que en la misma presentación se vea como sale el chocolate fundido
por el centro, aunque eso es cuestión de gustos.
Y listo. Sirve el
coulant caliente y disfruta de esta delicia.
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