Esta es una de las tartas que preparé para Navidad, es ligera y fresca, ideal como postre para después de comidas copiosas.
400 gr. galletas chiquilín
50 gr. mantequilla
6 huevos
600 gr. queso philadelphia
400 gr. nata
200 gr. leche condensada
Zumo de tres limas
Ralladura de una lima
Semillas de amapola
Trituramos las galletas y mezclamos con la mantequilla, hasta conseguir una pasta, cubrimos con esta pasta, dejamos reposar en el frigorífico mientras preparamos el relleno.
Encendemos el horno a 180º, echamos agua en la bandeja del horno.
Batimos los huevos, añadimos la leche condensada, la nata, el zumo y ralladura de lima y el queso, y mezclamos con la batidora de varillas, hasta integrar todos los ingredientes, unos 30 segundos para incorporar bien todo, por último añadimos las semillas de amapola, mezclamos un poco, no batir en exceso. Echamos la crema en el molde, llevamos al horno durante 50 minutos aproximadamente. Dejamos templar dentro del horno, después sacamos la tarta para que enfríe fuera, finalmente, la dejamos en el frigorífico mínimo durante cuatro horas, así quedará con la consistencia y textura perfectas.
Podéis decorarlo con limón o limas, yo le hice un glaseado de lima, para potenciar el sabor de esta fruta.
A este paso vamos hacer todo un recetario de tartas de queso, a mi me encantan! Así que no dudéis de que prepararé muchas más, con diferentes combinaciones de sabores.
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